EN LA CASA DE MI ABUELA

Doña Therezinha (91) está obsesionada con la venta de su lujoso piso y con irse de «un Río de Janeiro en llamas». Jaciara, su empleada doméstica desde hace 30 años, aguarda con ansiedad esta revolución en su vida. Su nieta la ayuda con la venta, mientras retrata la intimidad de estas dos mujeres que, encerradas en esas 4 paredes con vista al mar.